Varanasi o Banarés es el más antiguo centro de peregrinaje de toda la India y ciudad más sagrada para los hindúes. Los Puranas dicen que esta ciudad fue fundada en el año 1200 a.C. y se le le conoce tambíen como “Ciudad de Plegarias”. La religión hinduísta profesa que para alcanzar el Nirvana hay que morir y ser incinerados aqui. La ciudad enclavada a orillas del sagrado Río Ganges, recibe millones de peregrinos al año que llegan a la ciudad a realizar sus rituales. No hay esplendores arquitectónicos, no hay palacios maravillosamente esculpidos o fuertes inexpugnables, y sin embargo, la ciudad tiene un encanto especial y tal vez representa todo aquello que contrasta con nuestros principios y costumbres occidentales, y no debera ser el primer punto de contacto en India para quien no tenga una mente abierta.
En Varanasi se puede:
Hacer un paseo en barca por el río Ganges para conocer los balnearios (Ghat), crematorios, algunos templos a la rivera del río y la mezquita Aurangzeb, presenciar la ceremonia Aarti que se ofrece en los Ghats y maravillarse con estos rituales que han tenido lugar desde tiempos inmemoriales, con un proceso de adoración a la Diosa Ganges a través de varios instrumentos musicales (los cantos de los Sages pueden llegar a ser relajantes) convirtiéndose en un momento realmente mágico, asombrarse con las cremaciones, inmersiones y liberación de las cenizas en busca de la paz redentora, y no asustarse con la cercana relación entre vida y muerte alrededor del Río Ganges, hacer una excursión hacia Sarnath, el mayor yacimiento arqueológico budista en la India, un lugar lleno de misticismo y relevancia para los creyentes, lavar sus pecados en las aguas sagradas rindiéndole tributo al dios del sol (solo recomendable para los hinduistas), visitar el Templo Durga y su población de monos.
