Udaipur, llamada “Ciudad del Amanecer” es una bella ciudad que se erige entre lagos azules y colinas. Fue la joya del reino Mewar, gobernado por la dinastía Sisodia durante 1200 años hasta su conquista, en 1559 por el Maharaná Udai Singh al que debe su nombre. Todo el conjunto urbano parece haber sido sacado de un cuento oriental y, lo mejor, sin el stress que suele caracterizar a otras urbes hindúes. Así pues, es uno de los sitios más limpios del norte del país y, aunque sigue habiendo alguna vaca suelta o tal vez algún elefante, el tráfico es mucho más tranquilo que en otras partes. Como parada romántica o simplemente de descanso, una visita a la ciudad no tiene precio.
En Udaipur se puede:
Inspeccionar el Palacio de la Ciudad, con vista panorámicas sobre el Lago, además de un laberinto de salones, suites residenciales y patios interiores, admirar los vitrales de pavorreales de coloridos mosaicos en sus paredes, conocer el Palacio del Lago, construido de marmol blanco sobre la totalidad de la isla Jag Niwas en el centro del Lago Pichola, alrededor de 1743 como palacio real de verano, hoy en día un hotel de lujo, disfrutar de un espectáculo nocturno de danzas y música tradicional en Bagore Ki Haveli (una mansión privada) justo a la orilla del lago con muy buenas vistas al atardecer, visitar alguno de sus museos, como el Museo del Palacio de la Ciudad, con su gran colección de piezas bélicas antiguas y armamento, Museo Shilpgram, un museo etnográfico viviente donde la diversidad artesanal prevalece o el Museo Ahar, y su conglomerado de cenotafios de los Maharanas de Mewar, hacer una excursión fuera de la ciudad para visitar los Templos Jainistas en Ranakpur, destacando el Templo Adinath y sus 1,444 pilares tallados detalladamente, ascender al casi inaccesible fuerte amurallado de Kumbhalgarh Fort, dar un paseo en bote en las aguas azules del Lago Pichola, con hermosas vistas de la ciudad y el Palacio del Lago.
